REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
TRIBUNAL SEGUNDO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS DE LOS MUNICIPIOS SAN FELIPE, INDEPENDENCIA Y COCOROTE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO YARACUY
San Felipe, 17 de febrero de 2025
Años: 214° y 165°


EXPEDIENTE: Nº 3.118-25.



PARTE DEMANDANTE:













ABOGADOS ASISTENTES
DE LA PARTE DEMANDANTE: Ciudadanos ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, venezolanos, mayores de edad, hábiles en derechos y titulares de la cédula de identidad Nº 12.725.441 y 13.094.320, la primera domiciliada en La Ciudadela Hugo Chávez Frías, zona 14, edificio N° 3, apartamento 1-6, municipio San Felipe, estado Yaracuy, y el segundo domiciliado en La Comunidad de San Javier, sector San Francisco, final calle 3, casa sin número, municipio San Felipe, estado Yaracuy.



SILVA SEQUERA RENE RAFAEL y MARQUEZ ARIAS FELIX DAVID, inscritos en el Inpreabogado con el N° 175.226 y 267.907 respectivamente.



MOTIVO: DIVORCIO 185-A (DEFINITIVA).


Se inicia el presente procedimiento de DIVORCIO 185-A, mediante demanda suscrita y presentada por los ciudadanos ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, arriba identificados, debidamente asistidos por los abogados SILVA SEQUERA RENE RAFAEL y MARQUEZ ARIAS FELIX DAVID, inscritos en el Inpreabogado con el N° 175.226 y 267.907 respectivamente, en la que solicitan a este Tribunal se decrete la disolución del vínculo matrimonial existente entre ellos.
Alega la parte demandante, que en fecha veinticuatro (24) de diciembre de 1994, contrajeron matrimonio Civil ante la Oficina o Unidad de Registro Civil de la Parroquia San Javier del Municipio San Felipe, según consta en copias certificadas del acta de matrimonio N° 80, folios 175, 176, 177, Tomo I, llevados para el año 1994, que anexan al libelo de demanda, marcada con la letra “A”, que después de contraído el matrimonio fijaron su hogar en común en la comunidad de San Javier, sector San Francisco, final calle 3, casa sin número, del municipio San Felipe, estado Yaracuy, siendo este su ultimo domicilio conyugal, donde la armonía y el entendimiento se desarrollaron en un clima de normalidad, feliz y armonioso, con la intención de preservarlo para toda la vida, sin embargo al cabo del tiempo comenzaron desavenencias, obstáculos, diferencias, el desafecto, la incompatibilidad y el desamor entre ellos, lo que imposibilitó la vida en común, razón por la cual la vida conyugal fue interrumpida el 12 de mayo del año 2.016, y hasta la fecha no la han reanudado, habiéndose tornado lamentablemente en una ruptura prolongada y definitiva de la vida en común, también señalan su domicilio actual, y que en la unión matrimonial procrearon tres (3) hijas, que llevan por nombres VARGAS ALVARADO EUDIMAR DEL CARMEN, titular de la cédula de identidad N° 24.942.953, con acta de nacimiento signada con el N° 129 del año 1996, emitida por el Registro Civil del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy, la cual anexas en copias certificadas, marcada con la letra “B”, VARGAS ALVARADO IRISMAR ROSAURA, titular de la cédula de identidad N° 26.602.744, con acta de nacimiento N° 162 del año 1998, emitida por el Registro Civil del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy, también anexa en copias certificadas, marcada con la letra “C”, y VARGAS ALVARADO ERISMAR GEORGINA, titular de la cédula de identidad N° 27.011.874, con acta de nacimiento N° 226 del año 2.000, emitida por el Registro Civil de la Parroquia San Javier del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy, anexa al escrito en copias certificadas, marcada con la letra “D”. Por otra parte los demandantes señalan que durante el tiempo que duro su unión matrimonial no adquirieron bienes, ni inmuebles por lo cual nada tienen que liquidar, porque no existen gananciales en la comunidad conyugal.
Fundamenta la presente acción en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y en el artículo 185-A del Código Civil venezolano, en concordancia con la sentencia N° 1070 dictada en fecha 9 de diciembre de 2016 por la Sala de Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y la sentencia N° 136 dictada en fecha 30 de marzo de 2017 por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, asimismo indicó la parte que por encontrase su situación de hecho en el supuesto de derecho establecido en el artículo 185-A del Código Civil, la ruptura prolongada de la vida en común y que han permanecido por más de 5 años, específicamente desde el 12 de mayo del año 2016, hasta la presente fecha de tal forma, existir causales desafecto, incompatibilidad y desamor, ratifican los criterio jurisprudenciales emanados del máximo Tribunal de la República y piden finalmente que sea declarado el divorcio, decretada la disolución del vínculo matrimonial, el cese de la comunidad de bienes, se notifique al Fiscal del Ministerio Publico competente, que la presente demanda sea admitida, sustanciada conforme a derecho y declarada con lugar con todos los pronunciamientos legales
La demanda fue recibida por distribución en este Tribunal el día 19/12/2024, tal y como consta al vuelto del folio 16, de la causa, asimismo, fue admitida en fecha 9/1/2025, ordenándose la notificación mediante boleta a la Fiscal Séptima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy, tal y como consta a los folios 17 y 18 de la presente causa.
En fecha 7/2/2025, el Alguacil de este Tribunal dejo constancia de haber consignado boleta de notificación debidamente firmada por la Fiscal del Ministerio Público competente, lo cual consta al folio 20 del expediente. Cursa al folio 21 de la causa, diligencia suscrita y presentada por la Fiscal Séptima del Ministerio Público de esta Circunscripción Judicial, donde emite opinión.


MOTIVACIONES PARA DECIDIR

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 26 consagra la garantía jurisdiccional o también denominada la Tutela Judicial efectiva atribuyendo a toda persona el derecho de acceso a los órganos de administración de Justicia para que sus pretensiones sean tramitadas a través de un proceso dirigido por un órgano con miras a conseguir de éste una decisión conforme a derecho. Asimismo, conforme al artículo 49 ejusdem esta tutela se entiende por la suma de todas las prerrogativas establecidas es esta norma, que constituye fundamentalmente la garantía de que el acceso a la justicia sea sin formalismos o reposiciones inútiles, haciendo énfasis en que no se sacrificará la justicia por la omisión de formalismos no esenciales.
En la Sentencia dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 27 de abril de 2001, Nro. 576, expediente N 00-2794 se expresa que no basta con que la persona tenga el derecho de acceso a los órganos a los que refiere el artículo 26, sino que además se requiere un proceso, una justa y una decisión ejecutable. Según Bello y Jiménez (2004) puede apreciarse que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia considera a la Tutela Judicial Efectiva como un derecho bastante amplio que involucra no solo al acceso a la justicia y a obtener una decisión razonada y justa, sino que también incluye las garantía constitucionales procesales que se encuentran establecidas en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Por otra parte, el artículo 28 del Código de Procedimiento Civil atribuye al Juez la facultad conforme a la materia por la naturaleza del asunto que se dirime, por ello, el Profesor Mattirolo, expresó: “competencia es la medida como se distribuye la jurisdicción entre las diversas autoridades judiciales”. La competencia, en términos generales, es la medida o porción de jurisdicción que tiene asignada el juez o jueza, planteando la separación de las funciones entre los distintos órganos internos del poder judicial, los cuales necesariamente se pluralizan para funcionar simultáneamente y evitar la concentración en un sólo lugar de la administración de justicia, existiendo para ello tres criterios: primero: el objetivo, atinente a la naturaleza de las causas y del derecho sustancial tutelado; segundo: el funcional, que atiende a la función del Tribunal y tercero: el territorial, que disemina los Tribunales en la geografía nacional.
Ahora bien, encontrándose este Juzgado competente para decidir la presente demanda, de conformidad con lo establecido en el artículo 754 del Código de Procedimiento Civil, ya que las partes en el libelo de la demanda manifestaron haber fijado su último domicilio conyugal en la comunidad de San Javier, sector San Francisco, final calle 3, casa sin número, municipio San Felipe del estado Yaracuy, lo cual consta en el expediente, en razón de lo cual esta Juzgadora procede a realizar las siguientes consideraciones.
Resulta importante en el presente caso, traer a colación que los accionantes de autos para fundamentar su petición consignaron copias certificadas de acta de matrimonio expedida por el Registro Civil de la Parroquia San Javier del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy, y que corre inserta del folio 5 al 7 y sus vueltos del expediente, marcada con la letra “A”, de la cual se evidencia indubitablemente que los accionantes de autos celebraron matrimonio civil, previo el cumplimiento de las formalidades correspondientes establecidas en el ordenamiento jurídico venezolano.
En cuanto a las referidas copias certificadas del acta de matrimonio civil y las copias certificadas de las actas de nacimiento de las hijas de las partes del proceso, con las cuales la parte demostró la legitimidad, la filiación y la mayoría de edad de sus hijas, por tratarse de documentos públicos (por haber sido inscritos y autorizados ante el Registro Civil correspondiente, acto este que se efectúa por ante un funcionario con competencia para darle fe pública), contra los cuales no fue ejercido medio de impugnación alguno, se les asigna pleno valor probatorio, de conformidad con lo previsto en el artículo 1357 del Código Civil venezolano, el cual establece: “...Instrumento público o auténtico es el que ha sido autorizado con las solemnidades legales por un Registrador, por un Juez u otro funcionario o empleado público que tenga facultad para darle fe pública, en el lugar donde el instrumento se haya autorizado...”.
Al respecto, la Jurisprudencia ha seguido las enseñanzas del Jurista Feo, quien expresa que todas las corporaciones, autoridades o funcionarios, tienen señalados por la ley sus respectivas atribuciones, dentro de su jurisdicción, las que llevan el carácter de autenticidad. Tales actos tienen se encuentran inmersos en la categoría de instrumentos públicos, para que la ley sea cumplida y tenga sus efectos. Partiendo de este concepto, y de conformidad con lo establecido en los artículos 1359 y 1360 del Código Civil venezolano, el documento público hace plena fe, tanto para las partes como para los terceros. Así lo establece el artículo 1357 del Código Civil venezolano, y tenemos que en el presente caso los documentos públicos fueron traídos al proceso junto al libelo de la demanda, en copias certificadas, con lo cual los mismos conservan todo su valor, y se comprueba que la legitimidad de las partes está demostrada con las copias certificadas del acta de matrimonio civil antes valoradas, el mismo conserva todo su valor probatorio, así como también la parte demostró la filiación y la mayoría de edad de sus hijas, con las copias certificadas de las actas de nacimiento, antes valoradas, las mismas conservan todo su valor probatorio, y ASÍ SE DECLARA.
Por otra parte, establece el artículo 185-A del Código Civil:
“Cuando los cónyuges han permanecido separados de hecho por más de cinco (5) años, cualquiera de ellos podrá solicitar el divorcio, alegando ruptura prolongada de la vida en común.
Con la solicitud deberá acompañar copia certificada de la partida de matrimonio.
(Omissis)
Admitida la solicitud, el Juez librará sendas boletas de citación al otro cónyuge y al Fiscal del Ministerio Público, enviándoles además, copia de la solicitud.
El otro cónyuge deberá comparecer personalmente ante el Juez en la tercera audiencia después de citado. Si reconociere el hecho y si el Fiscal del Ministerio Público no hiciere oposición dentro de las diez audiencias siguientes, el Juez declarará el divorcio en la duodécima audiencia siguiente a la comparecencia de los interesados.
Si el otro cónyuge no compareciere personalmente o si al comparecer negare el hecho, o si el Fiscal del Ministerio Público lo objetare, se declarará terminado el procedimiento y se ordenará el archivo del expediente.”.

Ahora bien, expresa el dispositivo de la sentencia Nº 1070, de fecha 9 de diciembre de 2016, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante la cual cita la decisión N° 446/2014, y estableció lo siguiente:
“…Ahora bien, en la sentencia 446/2014, se estableció que si no resultare negado el hecho alegado por el cónyuge-demandante, se decretará el divorcio, en un todo acorde con lo expresado en la sentencia n° 693/2015, en la que se sostuvo –entre otras cosas- que:
(…) es indispensable aclarar que en todo caso, y con independencia de la posición doctrinaria que se asuma, debe estar demostrada la causal de divorcio que haya sido alegada, como condición sine qua non de la procedencia de la disolución del vínculo matrimonial, tal y como se dejó sentado en la citada sentencia N° 102/2001, al afirmarse que “(…) el Estado debe disolver el vínculo conyugal cuando demostrada la existencia de una causal de divorcio, se haga evidente la ruptura del lazo matrimonial (Resaltado añadido)”.
En el marco del interés del Estado por la protección de la familia, frente a la perpetuidad del matrimonio destaca la excepcionalidad del divorcio, el cual sólo opera por las causales taxativamente enumeradas por la ley. En consecuencia, no es suficiente la voluntad de los cónyuges, o de uno de ellos, para lograr la disolución del vínculo matrimonial, sino que es necesaria la preexistencia de hechos o actos específicamente determinados por la ley, y que constituyen las causales de divorcio; así, el juez únicamente podrá declarar el divorcio cuando haya sido invocada y demostrada la ocurrencia de alguna o algunas de las causales previstas en el Código Civil -incluyendo el transcurso de un año una vez declarada judicialmente la separación de cuerpos y la prolongada ruptura de la vida en común, contempladas en el primer aparte del artículo 185, y en el artículo 185-A del referido Código-.
En este orden de ideas, la doctrina del divorcio solución no constituye una nueva causal de disolución del vínculo conyugal que modifique el elenco contenido en la ley, sino tan solo una concepción o explicación del divorcio como causa excepcional de extinción del matrimonio.
En consecuencia, considera esta Sala que con la manifestación de incompatibilidad o desafecto para con el otro cónyuge apareja la posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo dispuesto en el artículo 185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante de esta Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio contenciosas…”. (Negrita de la Sala)”.

El máximo Tribunal de la República Bolivariana de Venezuela en sentencia Nº 136, de fecha 30 de Marzo de 2017, dictada por la Sala de Casación Civil realizó una interpretación constitucional del artículo 185-A del Código Civil, estableciendo su carácter vinculante en cuanto a las causales de divorcio contenidas en el prenombrado artículo y que señala lo siguiente:
“Cuando uno de los cónyuges manifieste la incompatibilidad de caracteres o el desafecto para con el esposo o la esposa, el procedimiento de divorcio no requiere de un contradictorio, ya que es suficiente el deseo de no seguir en matrimonio por parte del cónyuge solicitante para que se decrete el divorcio, en armonía con los preceptos constitucionales y las sentencias vinculantes supra desarrolladas, pues es evidente que el libre desarrollo de la personalidad como parte del derecho a la libertad, definen un espacio de autonomía individual, de inmunidad, frente al poder estatal, cuya interdicción sólo procede bajo causas específicas”.
(…)
“Entonces, cuando la causal de divorcio verse sobre el desamor, el desafecto o la incompatibilidad de caracteres, el procedimiento a seguir será el de la jurisdicción voluntaria, establecido en los artículos del 895 al 902 del código de procedimiento civil, ordenando la citación del otro cónyuge (quien deberá comparecer representado o debidamente asistido de abogado) y del Fiscal del Ministerio Público, pues una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver la unión matrimonial” “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…” así lo refleja la sentencia 1070/2016 supra transcrita de la sala constitucional, procedimiento en el cual fue suprimida la articulación probatoria, ya que tal manifestación no puede depender de la valoración subjetiva que haga el juez de la entidad de la razón del solicitante…”.

Por tanto, se evidencia de la revisión de las actas procesales que conforman la solicitud incoada, que la legitimidad de las partes está demostrada con las mencionadas copias certificadas del acta de matrimonio civil, llevada por ante el Registro Civil de la Parroquia San Javier del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy, convenido entre los cónyuges ciudadanos ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, ya identificados up supra, y que corre inserta del folio 5 al 7, y sus vueltos, marcada con la letra “A”, del caso que nos ocupa, ya valorada, y vista la manifestación intrínseca realizada por los demandantes de no continuar unidos en matrimonio, en virtud de existir incompatibilidad de caracteres y por ende el desafecto, y también existir la ruptura prolongada de la vida en común por más de cinco (5) años, esta Juzgadora, considera que están llenos los extremos de ley para que proceda la solicitud de disolución del vínculo matrimonial contraído entre los accionantes ciudadanos ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, todo conforme a las sentencias antes transcritas, y ASÍ SE DECIDE. Aunado a lo cual, se observa que la Fiscal Séptima del Ministerio Público de esta Circunscripción Judicial, opino de manera favorable en relación a la demanda interpuesta, lo cual consta al folio 21 del expediente. Por otro lado, EL TRIBUNAL NO HACE PRONUNCIAMIENTO EXPRESO EN CUANTO A LOS BIENES QUE FORMEN PARTE DE LA COMUNIDAD Y QUE DEBAN SER LIQUIDADOS, POR CUANTO EN EL ESCRITO LIBELAR LOS ACCIONANTES DE AUTOS CIUDADANOS ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, ARRIBA IDENTIFICADOS, SEÑALARON NO HABER ADQUIRIDO BIENES MUEBLES, NI INMUEBLES. Por tanto, esta Juzgadora considera que en el presente procedimiento se cumplieron todos y cada uno de los trámites procesales requeridos por el legislador para su procedencia, y ASÍ SE ESTABLECE.

D E C I S I Ó N

Por todos los fundamentos expuestos, este TRIBUNAL SEGUNDO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS DE LOS MUNICIPIOS SAN FELIPE, INDEPENDENCIA Y COCOROTE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO YARACUY, Administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley,
DECLARA:

PRIMERO: CON LUGAR LA DEMANDA DE DIVORCIO 185-A, incoada por los ciudadanos ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, venezolanos, mayores de edad, hábiles en derechos y titulares de la cédula de identidad Nº 12.725.441 y 13.094.320, la primera domiciliada en La Ciudadela Hugo Chávez Frías, zona 14, edificio N° 3, apartamento 1-6, municipio San Felipe, estado Yaracuy, y el segundo domiciliado en La Comunidad de San Javier, sector San Francisco, final calle 3, casa sin número, municipio San Felipe, estado Yaracuy, debidamente asistidos por los abogados SILVA SEQUERA RENE RAFAEL y MARQUEZ ARIAS FELIX DAVID, inscritos en el Inpreabogado con el N° 175.226 y 267.907 respectivamente; en consecuencia, se DECRETA DISUELTO EL VÍNCULO MATRIMONIAL, contraído entre los ciudadanos ALVARADO CARDONA TILSIA BEATRIZ y VARGAS QUIROGA EDUIM JOSÉ, ya identificados, en fecha veinticuatro (24) de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro (1994), ante el Registro Civil de la Parroquia San Javier del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy, tal como se evidencia del acta de matrimonio civil signada con el N° 80 del año mil novecientos noventa y cuatro (1994), anexa al libelo de demanda, y que corre inserta del folios 5 al 7 y sus vueltos, marcada con la letra “A”, de este expediente.
SEGUNDO: UNA VEZ QUEDE FIRME LA PRESENTE DECISIÓN, se ordena participar lo conducente al Registro Civil de la Parroquia San Javier del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy y al Registro Civil Principal del Estado Yaracuy, todo conforme a lo establecido en el artículo 98 de la Ley Orgánica del Registro Civil, en concordancia, con lo previsto en el artículo 507 del Código Civil. Líbrense oficios en la oportunidad legal correspondiente.
TERCERO: NO HAY CONDENATORIA EN COSTAS, dada la naturaleza de la presente decisión.
PUBLÍQUESE y REGÍSTRESE, incluso en la página web oficial del TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA WWW.TSJ.GOB.VE.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del TRIBUNAL SEGUNDO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS DE LOS MUNICIPIOS SAN FELIPE, INDEPENDENCIA Y COCOROTE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO YARACUY, a los diecisiete (17) días del mes de febrero de dos mil veinticinco (2025). Años: 214º de la Independencia y 165º de la Federación.
La Jueza Provisoria,


Abg. Zorennis Columba Ramos Verastegui
La Secretaria,

Abg. Mayairy Y. Rangel O.
En esta misma fecha, y siendo las diez de la mañana (10:00 a. m.), se publicó y registró la anterior decisión.
La Secretaria,

Abg. Mayairy Y. Rangel O.